Local que me trae añosos recuerdos de mi niñez de barrio, cuando vivía en Nataniel. Las empanadas de Doña Peta son inigualables. Existen las empanadas de mi abuelita y éstas. Sabor inalterable por años aunque la última vez que pasé, encontré algo diferente en la masa y no vi al antiguo maestro de siempre. Será ésa la razón,, no sé, pero siguen siendo mis preferidas.
La mejor pastelería, pero en especial por sus dulces económicos, y empanadas. Deben probar los empolvados y berlines.